A la hora de alquiler y realizar un contrato de alquiler de un inmueble, es fundamental saber cuáles son las diferencias y cuáles son las diferentes responsabilidades que recaen sobre arrendador y arrendatario. Estos dos roles tienen funciones y obligaciones muy distintas, por lo que conocerlas puede evitar conflictos y malentendidos.
A continuación desglosaremos todos los aspectos esenciales que debes conocer si estás pensando en alquilar tu inmueble o convertirte en inquilino, desde los requisitos del contrato hasta las responsabilidades de mantenimiento o quién se tiene que encargar de qué.
El arrendador es la persona, empresa o entidad que tiene la propiedad y/o posesión de un inmueble y lo cede a un tercero a cambio de una renta.
Por otro lado, el arrendatario es la persona, empresa o entidad que recibe el uso del inmueble pagando un importe periódicamente, generalmente mensual, por dicho uso, denominado alquiler. A menudo, se le conoce como “inquilino”.
La diferencia fundamental entre los dos roles radica en que el arrendador otorga el derecho de uso, mientras que el arrendatario lo obtiene durante el periodo acordado. Ambas partes deben cumplir con un contrato que establece las normas de la relación y asegura la protección de los derechos de cada una.
En España, los derechos y las obligaciones tanto del arrendador como de arrendatario se encuentran recogidos en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Aún así, en el momento de alquilar un inmueble se debe firmar un contrato de alquile que recoja los derechos y obligaciones de cada una de las partes.
Conservar el inmueble en buenas condiciones: El arrendador se debe encargar de que la vivienda esté en buen estado para su uso. Esto incluye realizar las reparaciones necesarias pertinentes, como podría ser averías de fontanería o electricidad, siempre que estas averías no se haya provocado por un mal uso por parte del inquilino.
Respetar la privacidad del inquilino: El arrendador no puede entrar en el inmueble sin el consentimiento del arrendatario, salvo en casos de emergencia.
Pago del alquiler y gastos: El arrendatario debe abonar la cantidad acordada en el plazo estipulado en el contrato. ESte pago se suele hacer de forma mensual. Además, salvo que se acuerde lo contrario, éste deberá hacerse cargo de los suministros tales com el agua, la luz y el gas que consuma.
Cuidado del inmueble: El arrendatario se viene obligado a mantener el inmueble en buen estado, realizando las pequeñas reparaciones derivadas del uso normal del inmueble cuando sea necesario.
Respetar las normas de la comunidad: El arrendatario deberá respetar estrictamente las normas de la comunidad.
El contrato de arrendamiento se trata de un documento legal que recoge todos los detalles del alquiler del inmueble. Hay tres elementos esenciales que debe incluir:
Duración del contrato.
Importe de la renta.
Fianzas y garantías.
Además, es importante tener en cuenta cláusulas específicas, como el derecho de subarrendar.
Es importante entender que el subarrendamiento de un inmueble, total o parcialmente, es completamente legar y está amparado por la ley siempre y cuando se cuente con la autorización del arrendador.
Hay personas que aún a día de hoy lo desconocen, pero es una práctica que se ha profesionalizado enormemente durante los últimos años gracias a empresas especializadas en Rent to Rent (o subarrendamiento) como helpHousing, ofreciendo garantías adicionales que cubren a los propietarios de los inmuebles y les proporcionan mayor seguridad y tranquilidad.
Cuando el contrato llega al final del periodo pactado, éste puede renovarse si ambas partes están de acuerdo en los mismos términos y condiciones, o bien el arrendador puede solicitar al arrendatario abandonar el mismo.
Es importante consultar los plazos mínimos que marca la Ley de Arrendamiento Urbanos (LAU) para saber que el contrato y las condiciones fijadas en el mismo sean coherentes con dicha ley.
Uno de los aspectos que puede ser más conflictivos en el arrendamiento de un inmueble suele ser el mantenimiento.
El arrendador tiene la obligación de realizar reparaciones todas las reparaciones que sean necesarias para realizar el uso convenido del inmueble (en caso de una vivienda, que afecten la habitabilidad del inmueble), como problemas de humedades y filtraciones, fontanería, problemas en la instalación eléctrica, etc. Todo esto siempre y cuando no haya sido por un mal uso del inmueble.
El arrendatario deberá hacerse cargo de aquellas pequeñas reparaciones derivadas del uso diario y ordinario, como sustitución de bombillas, reparación de un grifo que gotea, etc. También deberá notificar al arrendador si descubre algún problema que este deba reparar para que pueda corregirlo lo antes posible y así evitar que derive en un problema mayor.
¿Quién paga un grifo roto? Si el daño es por desgaste del mismo, le corresponderá al arrendador. Si ha sido causado por mal uso del arrendatario, será su responsabilidad.
¿Quién debe pintar la casa? Por lo general, pintar las paredes es una obligación del arrendador, ya que se considera como una obra de conservación del inmueble, salvo que el contrato estipule lo contrario., aunque esto podría no ser así si los desperfectos de la pintura se deben a un mal uso del inmueble.
¿Quién debe arreglar el suelo? De igual manera que en el anterior caso, el desgaste del suelo por el uso normal es responsabilidad del propietario del inmueble.
¿Quién paga un mueble roto? El arrendatario es el responsable del mantenimiento de mobiliario del inmueble.
Estos pagos dependen del consumo del inquilino y suelen estar a su cargo. Por lo general se suelen poner a nombre del inquilino para que sea la compañía suministradora la que carge directamente en su cuenta los importes correspondientes.
Aunque en algunos contratos se especifica que se repercute al inquilino lo normal, al ser el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) un impuesto que grava directamente el inmueble, es que sea responsabilidad del propietario del inmueble o arrendador.
Es importante que ambas partes aclaren este aspecto antes de firmar el contrato para evitar malos entendidos.
Por lo general, los gastos de comunidad son responsabilidad del arrendador del inmueble. De igual modo, las derramas son propiedad del arrendador o propietario del inmueble.
Hay comunidades autónomas en las que existe un impuesto que grava la recogida de basuras. Este impuesto se suele repercutir al arrendatario, ya que es quien hace uso de dichos servicios públicos o privados en caso de que los hubiera.
Cualquier persona física o jurídica que sea propietaria de un inmueble, así como aquella persona física y jurídica que, no siendo propietaria del inmueble, tenga el derecho de subarrendar el mismo.
De igual modo, cualquier persona física o jurídica.
El arrendatario ideal es aquel que cumple con sus obligaciones puntualmente, respeta las normas de convivencia y cuida del inmueble como si fuera suyo. Algunas de las cosas que caracterizan a un buen arrendatario son:
Encontrar el arrendatario ideal te permitirá contar con un alquiler seguro y sin preocupaciones.
No hay secreto. Para evitar problemas en la relación entre arrendador y arrendatario, es fundamental contar con un contrato claro, que cubra todos los aspectos relevantes y teniendo una muy buena comunicación entre las partes. Con esto se deberían poder evitar la mayoría de los potenciales conflictos que pudieran surgir.
Entender las diferencias entre arrendador y arrendatario, así como sus responsabilidades y obligaciones, es clave para mantener una relación entre las partes.