¿Qué es el Autoconsumo Compartido en Pisos y Edificios?
El autoconsumo compartido en pisos y edificios consiste en el consumo de energía de forma colectiva entre varios vecinos de un mismo edificio.
Aquellos que quieran utilizar el autoconsumo colectivo tendrán que colocar una instalación fotovoltaica cerca, a una distancia máxima de 500 metros, que proporcione energía a la zona.
Este tipo de instalaciones suelen utilizarse en bloques de edificios, aunque se pueden utilizar en viviendas unifamiliares también.
Con este tipo de formatos, tú y tus vecinos podéis llegar a ahorrar hasta un 40% en la factura de la luz, llegando a recuperar la inversión en tan sólo 7 años.
El autoconsumo compartido en viviendas y edificios ha sufrido una serie de cambios que lo beneficiarán de cara al futuro (Real Decreto-ley 15/2018) Este decreto tiene tres puntos principales,
La nueva normativa sobre autoconsumo aprobada en 2019, entre la que destaca la nueva ley de autoconsumo de energía a través del actual Real Decreto 244/2019, define las nuevas condiciones administrativas, técnicas y económicas para el autoconsumo colectivo.
Ahora, gracias a este cambio, varios vecinos se pueden aprovechar de un mismo panel, así podrán ahorrar aún más y reducir la inversión inicial y aumentando la rentabilidad de los sistemas.
Las fuentes de energía fotovoltaica aportan inmensos beneficios medioambientales. También son los más utilizados para el autoconsumo compartido en los hogares. Se considera una fuente de energía limpia e inagotable.
Por cada instalación fotovoltaica se reduce la emisión de 75.000 kilos de CO2, reduciendo así el efecto invernadero y el cambio climático. Además, como no emite ruido, no genera contaminación acústica.
En el Real Decreto 900/2015 se prohibió el autoconsumo colectivo en España. Sin embargo, debido a que este país contaba con un elevado número de edificios colectivos, la regulación de este tipo de consumos energéticos en la vivienda la ha llevado a cabo la Unión Europea. Hoy en día, el autoconsumo compartido ya es legal en España.
Pero, ¿Todos pueden tener autoconsumo compartido? Para poder beneficiarte de ello necesitarás tener al menos uno de estos tres requisitos que te explicamos a continuación,
Los hogares que decidan utilizar el autoconsumo colectivo deben estar conectados al mismo dentro de transformación eléctrica. Y siempre tiene que distribuirse a baja tensión.
La producción, es decir el transformador eléctrico y las viviendas auto consumibles deben ubicarse a 500 metros de la fuente de energía renovable.
Los edificios o pisos y el centro de transformación deben tener la misma referencia catastral. ¿El mismo que? Muy fácil, todas tienen que tener los mismos primeros 14 dígitos de referencia.
Ambos métodos pueden parecer complicados de entender en un primer momento, pero vamos a intentar explicarlo lo más fácilmente posible. La diferencia fundamental entre ambos es quién maneja y controla la fuente de energía.
La red pública se utiliza para compartir la energía y esta se descuenta de la factura de la luz. Es el único método que permite el autoconsumo compartido de la vivienda familiar. Funciona a través de un medidor que está conectado entre la fuente fotovoltaica y la línea de baja tensión. Suministrando la energía a través de la red pública.
La conexión de red directa o interna es un modo industrial. Donde el consumidor y el propietario de la instalación de producción deben ser la misma empresa o grupo de empresas.
El transformador se conecta directamente a los autoconsumidores, pudiendo contar la energía o dejarla circular según sus condiciones físicas.
Ahora que conoces todas las ventajas, modelos y necesidades del autoconsumo compartido, adéntrate en el mundo y empieza a ahorrar no sólo en tu bolsillo sino en comodidad. Y ayudarás también al medio ambiente